En el ámbito empresarial, se repite con frecuencia la afirmación: «Nadie es imprescindible en un puesto de trabajo». Sin embargo, no estoy completamente de acuerdo con esta idea.
Es cierto que ningún individuo es indispensable en el sentido de que cualquier puesto puede ser ocupado por otra persona con habilidades y competencias similares. Sin embargo, cuando un equipo funciona de manera eficaz, se destaca por mucho más que simplemente completar tareas.
En mi experiencia, he observado cómo la creatividad, el compromiso, la curiosidad y otras cualidades individuales, aparentemente menos comerciales, marcan una diferencia significativa en el desempeño general de un sector de la empresa. Cada persona aporta una combinación única de experiencias, perspectivas y habilidades que enriquecen el ambiente laboral y potencian la capacidad del equipo para abordar problemas de manera innovadora y eficiente.
La combinación de las habilidades individuales de los profesionales junto con la delegación estratégica de tareas impulsa el rendimiento del equipo a niveles superiores. Por eso, estoy firmemente convencida de que, si no se valora ese talento, corremos el riesgo de perder algo más que un “simple empleado”.
¿CÓMO SE VALORA EL TALENTO? ¿CON SUELDOS MÁS ALTOS?
Hoy, más que nunca, el talento debe ser cuidado si queremos destacar entre la competencia, pero ¿cómo? ¿Subestimándolo solo con salarios más altos? En lugar de retenerlo, simplemente estaríamos posponiendo la inevitable desvinculación.
Creo que debemos ir más allá, y realmente reflexionar sobre la metodología para hacer que alguien se sienta valorado DIARIAMENTE como una pieza fundamental en el engranaje de nuestra empresa. Es crucial comenzar a escuchar y comprender las necesidades y preocupaciones de nuestro equipo.
Solo mediante una acción decisiva para abordar estas cuestiones podemos garantizar un entorno laboral saludable y productivo.
Debemos comprometernos a invertir en el bienestar y desarrollo de nuestro equipo, y reconocer que cada miembro contribuye de manera única a nuestro éxito colectivo y es esencial en nuestra trayectoria hacia el crecimiento y la excelencia empresarial.